Si quieres ser carpintero, lo lógico es aprender de un carpintero. ¿No? El problema de este siglo es querer ser pintor y que te enseñe un gestor. En esta era donde parece que todo el mundo sepa hacer de todo, se peca de preguntar a quien no es experto, de un tema.
Si quieres cumplir un objetivo y necesitas más sabiduría, es conveniente tener buen ojo para aprender de los mejores en un campo concreto y observar sus resultados. ¿Por qué? Porque aprendiendo sus sistemas sabiendo cómo les va, te adelanta mucho tu propio camino.
En el ámbito laboral parece que uno sepa hacer de todo, pero la realidad es que cada persona brilla en su propia campo y es por eso, que tener buen ojo, hace que tengas claro a quien acudir cuando tienes un problema muy concreto o cuando quieres mejorar algo de ti.
¡No vayas a cualquiera! No todos tienen la información que buscas...