Bonito por fuera y bonito por dentro. La polaridad nos gobierna. Hay personas que tienen más tendencia a trabajar el interior y otras, el exterior. Pero… ¿Y qué tal si se trabajan las dos? Una casa, no solo es fachada, es lo primero que te invita a entrar y luego, te mantiene el confort, la paz y la belleza que hayas trabajado dentro. Y ahí es cuando surge el reto de la balanza de la justicia: el equilibrio. Yo era la primera, que iba de extremo a extremo, pero mi negocio el cual trabajo con pasión me hizo ver lo importante que es el TODO, la unidad completa y es ahí donde mi evolución dio el paso de querer mejorarlo en todos los aspectos.
Dentro y fuera deben guardar coherencia para una gran conexión tanto interna como externa donde la paz, es el premio gordo. Si eres bello/a por dentro también debe exteriorizarse fuera. Es esa balanza la que hace que conectes contigo de verdad, con tu parte más sana, llena de hábitos saludables y de un exterior precioso que refleja todo ese mundo interno.
Cada detalle, cuenta y a tiempo estás siempre de decidir cultivarlo.
Solo estás un paso más cerca, si lo decides y hacer algo con ello cada día, el resto de tu vida.